En 2014, los españoles gastaron 1.000€ en ropa, 544€ en estudios y 984€ en móvil e internet
Los españoles ahorran una media del 2% de sus ingresos al año: sabiendo lo que hacen con ella Ahorrar es el primer paso para adoptar el hábito del ahorro
La fórmula del coste por uso
Abaratar la ropa no significa comprar barata. Solo debe asegurarse de obtener lo que paga, de ahí la idea del costo por uso. Gaste $ 150 en un buen par de jeans y úselos tres veces por semana durante dos años (312 veces) y eso es un costo por uso de 48 centavos (¡no está mal!). Compre pantalones baratos por $ 30 y úselos 10 veces (si se desvanecen, se forman bolitas y pierden su forma) y cuesta $ 3 cada vez. ¿Qué vale el dinero?
Este artículo es parte de Spend It Better, una colaboración de finanzas personales entre Chatelaine y MoneySense sobre cómo aprovechar al máximo su dinero. Puede encontrar más información aquí.
¿Cuánto gasta una mujer en ropa?
La situación no mejora en otros grupos de población. Los segundos mejores clientes de moda en 2007 fueron mujeres de 45 a 64 años, con un gasto de 874 € por persona al año. En 2020, estos clientes gastarán 255 euros menos en ropa y calzado, unos 618 euros, situándose en el tercer puesto.
¿Cuánto gasta una mujer en ropa?
¿Por qué menciono esto?
Decidí mostrarles dos episodios reales de nuestra vida diaria. La de muchos de mis clientes y de un personal con el que tuve que lidiar durante años antes de comprometerme con lo que hago ahora. ¿Por qué lo usé? Porque ambos implican emoción y dinero, y aunque pienses que los asesores de imagen no necesitan hablar de finanzas personales, te diré que sí, y tiene mucho que ver con nuestra relación con la moda. , el armario e incluso la manipulación de nuestra imagen personal.
Dejar esos hábitos que nos llevan a conciliar la compra como «saludo» o «recompensa» es algo que podemos cambiar si lo trabajamos desde cero. Ahora, no quiero decir que tengas prohibido comprar nada nuevo (advertencia, me encanta agregar nuevas piezas a mi guardarropa), pero lo que quiero decir con esta publicación es que quiero que sepas que No todas las compras tienen que terminar. en emociones negativas, ya sea culpa, estrés o frustración. Y sí, esas tres emociones suelen ir asociadas a él porque siempre incluimos la culpa de gastar, el estrés de adquirirlo y la frustración de no poder llevarlo (ya sea porque no cabe o porque no cabe). se ajuste a nuestro presupuesto).